SOY MARGARITA Y ME LATE QUE...

lunes, 12 de abril de 2010

HAY QUE OLVIDARNOS UN POCO DE LAS DEBILIDADES

Cuando éramos niños, nuestros padres y maestros predicaban que debíamos practicar para mejorar en aquellas materias en las que el desempeño no era bueno. La alegría de los días de asueto se veía empañada por clases de refuerzo de idiomas, de matemáticas, de redacción que nos ayudaron a pasar raspando al siguiente grado y detestar por el resto de nuestra vida las tan practicadas materias. Pero la ira acumulada no fue lo peor. Lo peor fue que nunca cuestionamos la validez de tal prédica y la seguimos a lo largo de nuestra vida sin darnos cuenta que nos estaba convirtiendo en seres mediocres, en uno más del montón.
Si, porque la mayoría de las veces trabajar sobre nuestras debilidades es un desperdicio de tiempo y energía que deberíamos destinar a desarrollar aún más nuestras fortalezas.
Para sobresalir hay que optimizar las fortalezas y tratar de manejar las debilidades.
Pero qué es una fortaleza?
Una fortaleza es una actividad que uno realiza de manera casi perfecta cada vez que la hace, que le gusta y que la realiza una y otra vez con éxito.
Para que exista una fortaleza se requieren tres insumos básicos: talento, conocimiento y técnicas o destrezas. El talento es innato y se ha definido como un patrón recurrente de pensamiento o comportamiento que se puede aplicar productivamente, el conocimiento que se pude adquirir y consiste en el saber, el contenido, de donde vienen las cosas y las técnicas o destrezas, que también se adquieren, que son los pasos necesarios y probados para realizarla.
Como se deduce fácilmente, el saber y la técnica o destrezas no son el problema. El meollo del asunto es el talento. Está comprobado que es prácticamente imposible desarrollar una fortaleza si no hay un talento subyacente.
Como saber si se tiene talento para una determinada actividad?
Existe una manera bastante simple de aproximarse : si usted capta muy rápidamente como realizarla, si además logra ir bastante más allá y en menos tiempo de lo que otros pueden, si el tiempo se le va sin que usted lo note y si además usted se siente feliz haciéndola, es muy posible que ahí haya talento.
Es muy importante identificar nuestros talentos. Para hacerlo hay que observarnos atenta y permanentemente, poner atención a nuestros anhelos, a como reaccionamos espontáneamente ante las diferentes situaciones, que nos satisface, qué aprendemos con mayor facilidad y más rápidamente, etc., para así enfocar nuestros esfuerzos en adquirir el conocimiento y desarrollar las destrezas necesarias para llevar al máximo aquello que constituye nuestra fortaleza.
Y qué hacer con nuestras debilidades?
El camino más seguro es dedicarles algo de esfuerzo para mejorar hasta un mínimo aceptable y crear una red de apoyo que nos permita lidiar con ellas o buscar complemento en aquellos para quienes nuestras debilidades son precisamente sus fortalezas.

2 comentarios:

  1. Tienes razón Margarita.Me pregunto como no se me había ocurrido. Gracias, espero que a muchos les abra los ojos como me a ocurrido a mi

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  2. Hola Margarita acabo de descubrirte y me gustó

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